Nuestras tareas diarias
fácilmente se pueden apoderar de todo nuestro tiempo. Si eres como yo, si no
tienes cuidado puedes terminar invirtiendo todo tu tiempo preciado en las cosas
que se te presentan y se te pide que hagas y no sacas tiempo para hacer lo que
verdaderamente tiene prioridad.
El matrimonio y las relaciones
familiares necesitan de algo muy preciado para prosperar: tiempo. Por desgracia
son raras las veces en que tenemos este preciado ingrediente dentro de nuestra
receta familiar. Estamos acostumbrados a dedicar la gran mayoría de nuestros
recursos y tiempo en cosas que pensamos que nos van a rendir fruto. No le
dedicamos ese tiempo a nuestra familia y/o matrimonio porque tomamos en poco
los beneficios que rinde el matrimonio.
En consejería, hemos podido observar que la
mayor parte de las relaciones matrimoniales y familiares fracasan debido al
poco esfuerzo y tiempo que se le invierten. Las parejas y familias que dedican
al menos medio hora de atención exclusiva el uno con el otro, observarán un
incremento dramático en la calidad de sus relaciones.
Cuando hablo sobre tiempo
exclusivo quiero decir: un espacio de tiempo en que la pareja o familia
dialogan sin interrupciones de parte de TV, video, internet, computadora,
juegos, revistas, periódicos, los hijos (si es para matrimonio), trabajo o
cualquier otra cosa que no sea tu y tu cónyuge. Quiero darte algunas técnicas
sencillas que puedes usar para asegurar que este tiempo se logre.
·
Aparta un tiempo específico para estar
con tu familia y otro para estar con tu cónyuge todos los días.
·
No dejes que nada te desanime, aunque no
haya sido la experiencia más agradable, debes seguir, a veces toma tiempo en
acostumbrarse a relacionarse de nuevo.
·
Mide tu tiempo frente a distracciones
como: la computadora, televisor, haciendo tareas del hogar o trabajando.
·
Ponle límites a las exigencias que hagan
los demás sobre ti. Dile que no a las personas y actividades que roban tu
tiempo.
·
No pierdas el tiempo en discusiones
durante el tiempo de conversación, desvía la conversación hacia el tema y no
hacia los desacuerdos.
·
Comienza las conversaciones hablando
sobre asuntos en que están de acuerdo, no puntos controvertibles.
·
Si estás dispuesto a salir de la rutina
y dedicarle tiempo a lo que verdaderamente requiere tiempo, verás una gran
diferencia en tu matrimonio y hogar. Dios bendice modelos y los modelos de
relaciones saludables son un modelo que Dios puede bendecir y prosperar hasta
la cuarta generación. Que así haga Dios con tu vida
Fuente: familiasefectivas.com
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